Cuando se utilizan equipos de cómputo, impresoras, servidores y cualquier otro dispositivo electrónico, es necesario tomar medidas adecuadas que ayuden a mejorar su funcionamiento y prologar su tiempo de vida útil. Para conseguirlo, es necesario cuidar el sistema de alimentación eléctrica, por ello en este artículo te decimos qué es un SAI y cómo elegir el más adecuado para tu empresa.
El uso de un SAI es indispensable para cuidar los bienes materiales de una organización, específicamente para eliminar los problemas derivados del suministro eléctrico, que pueden afectar la operación del negocio y dañar tus equipos.
¿Qué es un SAI?
El SAI (Sistema de Alimentación Ininterrumpida), también conocido como UPS, por sus siglas en inglés. Se trata de un dispositivo cuyo objetivo es garantizar que la corriente eléctrica llegue hasta tus equipos en caso de situaciones de emergencia como apagones y descargas de luz.
Un error común es confundir al SAI con un regulador de voltaje, que si bien, en muchas ocasiones son complementarios y ambos crean un entorno multi-contacto. Sin embargo, sus funciones son distintas.
El SAI utiliza baterías recargables que se alimentan con la corriente eléctrica y que se activan, la mayoría de veces, en caso de un apagón o una descarga de luz, permitiéndote reaccionar de la mejor manera, dando tiempo a que se apaguen correctamente los equipos conectados o a que entre en funciones una planta de abastecimiento alterno.
Por su parte, el regulador tiene la única tarea de servir como filtro para estabilizar la corriente, eliminando los picos que pueden causar averías en los aparatos conectados a una determinada red, de hecho muchos sistemas SAI utilizan reguladores de voltaje.
De tal manera que el SAI, es un elemento básico para proteger tus equipos electrónicos.
Tipos de SAI
Ahora que sabes qué es un SAI, es necesario conocer los diferentes tipos que existen, ya que no todos actúan de la misma forma, ni pueden proteger tus equipos en igualdad de situaciones.
SAI Off-line
Es la categoría más sencilla de estos sistemas. Se trata de un dispositivo que deja pasar la corriente tal como llega del enchufe, es decir, sin estabilizar. En caso de suspender la alimentación, las baterías se activan para suministrar energía a los equipos conectados.
Es una solución sencilla, ideal para zonas que cuentan con una corriente y una red eléctrica de buena calidad, que no suele producir variaciones en el voltaje. Es recomendada para equipos básicos de oficina, como pantallas de televisión, electrodomésticos y computadoras de gama baja.
SAI interactivo
También llamado in-line, este sistema es uno de los más comunes, ya que integra un regulador de voltaje, por lo que el usuario obtiene una doble protección, es decir, corrige las anomalías en el suministro eléctrico y, en caso de quedar sin alimentación, activa las baterías recargables.
Por lo general, tiene una cobertura de hasta 1500 watts, lo que le permite ser útil en uso empresarial, siendo recomendable para la mayoría de equipos de oficina, lo que le ha valido para ser bastante popular en el mercado. Se trata de una solución híbrida que resulta bastante eficiente.
SAI On-line
Es la categoría más avanzada. En este caso, el SAI crea un circuito en que convierte toda la energía eléctrica en corriente continua y después en corriente alterna, creando un entorno totalmente estable.
Pero eso no es todo. La alimentación en un SAI on-line siempre la proporciona desde sus baterías, mismas que se recargan todo el tiempo con corriente continua. De esta manera, el abastecimiento de energía a los dispositivos conectados es siempre uniforme.
Este tipo de sistema es utilizado en industrias, servidores o instalaciones informáticas que requieren estar siempre conectadas, como redes de telecomunicaciones, cámaras de enfriamiento, etc.
¿Cómo elegir el SAI ideal?
Si bien los tipos de SAI que te presentamos varían dependiendo de la tecnología que se utilizan, algunos son más avanzados que otros, esto no es determinante para dictaminar qué sistema es el mejor, ya que esto está relacionado con los requerimientos que tenga tu empresa.
Para elegir el sistema de alimentación ideal para ti y tu empresa es necesario tener en cuenta algunos factores indispensables, como:
- La estabilidad de la red eléctrica
- El número de equipos que conectarás
- El consumo de cada uno de los aparatos
- La potencia que soporta cada SAI
Cada uno de los sistemas de alimentación está diseñado para soportar un determinado consumo de corriente, de manera que si se sobrepasa el voltaje, el SAI será inútil.
Por lo tanto, es necesario conocer la capacidad del dispositivo para no sobrecargarlo.
Pongamos un ejemplo: Imagina que deseas conectar dos computadoras y un dispositivo multifuncional al SAI. En ese caso es indispensable verificar el consumo de cada uno de los equipos.
Si cada computadora consume 400 watts y la multifuncional 200 watts, esto da un total de mil vatios.
Lo recomendable es dar un margen de consumo del 20%, de manera que lo ideal sería contar con un sistema que soporte al menos 1200 watts.
También es importante considerar que los sistemas off-line e interactivos pueden tener un retraso en el abastecimiento en caso de emergencia, que puede ir de 2 minutos a 10, así que, si en tu empresa requieren que la alimentación sea permanente y a prueba de fallas, posiblemente un sistema on-line sea la opción más conveniente.
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